viernes, enero 18, 2008

Sobre regalos, reyes y príncipes

Bueno, está visto que las etapas están para ser vividas, y convengamos que este coso ya no es el mismo que fue, era o será.
Será cuestión de reinventarnos para subsistir.
Y en ese intento me encuentran hoy.
Para arrancar de nuevo les propongo un pequeño juego.
Como bien sabrán -Lacanna, no se haga el tonto que por un lado sabemos que nos visita y por el otro, que pocas cosas se le escapan- hemos tenido finalmente un retoño llamado Francisco Javier, pero la primogénita sigue requiriendo espacios. Por ello hace unos días, y aunque la edad ya indicaba que no correspondía, nos visitaron nuevamente los Reyes Magos. Una vez más los zapatos a la puerta, aunque, haciéndole un poco honor a los 10 años de edad, descartamos el tema del pastito y el agua en medio del living.
Así fue como el ritual se repitió, sabiendo tal vez que sería la última vez hasta que el principito tenga conciencia regalística.
Toda esta introducción es para presentar la premisa: "¿Cuál fue el mejor regalo que les trajeron los Reyes Magos en toda su vida de niños crédulos y educados?"
Para arrancar les cuento que un 6 de enero abandoné la cama a las corridas, como cualquier 6 de enero que se precie a los 7 años, y me quedé mirando los mismos zapatos abandonados y solitarios que había dejado la noche anterior junto al aparador del comedor... A punto estuve de mandar a los reyes, los camellos, los árabes y la monarquía completa al mismo demonio cuando mi padre, sabiamente, me señaló que saliera al jardín. Todavía hoy guardo esa sensación entre sorpresa, maravilla, amor incondicional y felicidad que me cruzó el pecho cuando vi, al fondo de ese enorme parque una más enorme hamaca blanca, reluciente y esperando a que me suba para surcar los cielos como hice por los siguientes diez años. Tal vez esa sensación sea la que hoy me hace suspender día a día la "charla" que debo tener con mi hija para que sus compañeritos, tan crueles como cualquier niño, dejen de cargarla porque sigue creyendo en Papa Noel.
Hoy, ya padre, puedo imaginarme a mi viejo armando en plena madrugada ese columpio gigantezco, haber entrado los caños, que vaya uno a saber dónde tenía escondidos, y a fuerza de escaleras, bulones y llaves tuerca, levantar esa impresionante obra de ingeniería a las cinco de la mañana. También me imagino a mi vieja, mirando desde abajo, tal vez alcanzándole algún café a papá, mientras con un ojo vigilaba que algún ruido nos desvelara y rompiera el hechizo.
Y bien, a ustedes ¿que les trajeron los Reyes aquella noche inolvidable?

12 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

¡Qué tierno! le cuento lo mío:
Me levanté temprano y vi que al lado de toda la escenografía reyeril había una muñeca ¡Se parecía a mí! estaba encantada. Era una indiecita (Siempre me gustaron) con botitas, pollera y se parecía a mí. Me la pasé jugando con ella toda la mañana, cuando mamá se levantó me dijo ¿Te gustó el regalo de los Reyes? le dije que sí y me dice "Bueno, ponete la malla entonces"... la miré raro.
Me hace salir al patio, me habían regalado era pileta enoooooorme que quería. Le puse una bolsita del súper a la indiecita y me pasé todo el día en la pileta con ella. Las primeras 2 horas con menos de 30 centímetros de agua jeje.

Re largo este comment, ni lo lean.

4:33 p. m.  
Blogger Javier Arias dijo...

¿Desde cuándo en este coso es más importante el post que los comments?
Muy linda historia, Zorrita, a eso me refería.

4:40 p. m.  
Blogger Naty dijo...

En mi familia los reyes no eran taaan importantes como Papá Nuel, de hecho, no recuerdo regalos taaaaaan importantes -grandotes, a quién engaño?- como los que me traía el gordo. Lo que si hacia era poner el pastito, los zapatitos y el agüita para los camellos...

Ah, si... recuerdo que una vez me trajeron una casa de Barbie hecha a mano, pero no al lugar donde yo vacacionaba, sino a mi casa. O sea, lo abrí 1 mes después y ya no fue lo mesmo.

8:07 p. m.  
Blogger María dijo...

Yo creo que estudié cine por culpa de los reyes.
O sea, la ilusión premeditada, la historia bien contada y el desenlace inesperado de una buena peli la viví con los reyes ese enero del 84, cuando a mis 6 años, y estando en la casa de mis abuelos en Quilmes, los camellos entraron a la cocina y se comieron los jazmines del florero.
Dormíamos con mi hermano en una habitación junto a la cocina. Rigurosos zapatos en la puerta, una bandeja con facturas y una cervecita quilmes bien fría ( según mi abuelo, a los reyes le encanta), un florero con jazmines, y en el patio el pasto que cortamos a la tarde y el fuentón de zinc con agua fresca.
Nervios, insomnio, ruegos internos para que esta vez sí, fuera el Estanciero y no ropa o libros como casi siempre...
Y al otro día, la locura.
Huellas.
Pisadas de camello en la cocina, el patio y el pasillo, que se perdían en la vereda.
Huellas barrosas de extraños zapatos, tres diferentes.
La botella vacía. Las facturas por la mitad. El pasto y el agua desaparecidos. Y un jazmín del florero mordisqueado! ( según mi papá, un camello se nmetió en la cocina y se lo morfó)
Y por supuesto ( porque soy una nena muy buena) el Estanciero en los zapatos...

8:43 p. m.  
Blogger Leo dijo...

Nunca me voy a olvidar cuando los reyes y despues de muchos horibles amagues me trajeron la bici que venia reclamando desde la destruccion total de la anterior.... y ademas un bombero loco!!!

Imaginen a un pibe (con terribles problemas de conducta infantil) matandose a golpes y mojando gente desde una bicicleta que le quedaba algo grande... QUE TIEMPOS AQUELLOS!

Quieren que les cante un tango?

11:45 p. m.  
Blogger Javier Arias dijo...

Me hace acordar a cierta ocasión en que salimos a tirarle mayonesa y mostaza a la gente desde un jeep y terminamos todos en la comisaría... Pero creo que esa anécdota da más para un post que para desvirtuar estos comentarios.
Bienvenido Pearleojam por estos pagos, se nota que es hombre de palabra.

12:52 a. m.  
Blogger María dijo...

Si, bienvenido. Y cántese un tango, que me gusta. Arranque con algo y yo lo sigo... Fender, afina la guitarra

8:52 a. m.  
Blogger María dijo...

NOTICIA DE ULTIMO MOMENTO! ( Bah, de hace un par de días) Naty se hizó puré contra las vereditas locas de Mardel, y ahora está con algo raro en el cuello. Dijo que lo hizo para mantener el personaje de Pasion Murrera.
Pero mejor que lo cuente ella...

1:26 p. m.  
Blogger Javier Arias dijo...

[humor negro on]
"Es que las vereditas de Mardel tienen ese no sé qué"
Firmado: Alberto Olmedo
[/humor negro off]

4:37 p. m.  
Blogger Naty dijo...

Ah, loco... si yo ando con el cuello duro por la vida, ustedes se me ponen a escribir un capítulo de Pasión Murrera, carajo.

Esto no es justo!!!! Me cago la columna manteniendo un personaje y ustedes de vacaciones????

Pero dónde se ha visto??? A LABURAR!!!! A LABURAR, COÑO!!!

Bruche, además de negro es bastante finoli finoli su "chiste"... le falta el redoblante final y listo.

10:28 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¡Bueeeeeeeno! ¡Pero tu personaje al menos es fácil de interpretar!

Si yo quisiera mantener mi personaje tendría que murrear hasta dormida y Dios sabe que me sacarían el papel por abandonada...

2:01 p. m.  
Blogger Fender dijo...

Recuerdo patentemente un auto fórmula uno de plástico ASÍ de grande (como cincuenta centímetros) color verde, con un gancho para atarlo y arrastrarlo. Cuando frenaba me tenía que correr de adelante porque me pegaba en los tobillos y tenía bastante inercia.

5:53 p. m.  

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