Ho visto Lacanna

Una situación potencialmente traumática es el hecho de conocer personalmente a un ser admirado que solo se conocía por medio de su obra.

Y las potencialidades aumentan si este te recibe en su casa con una remera de Bon Jovi con agujeros en las axilas, un cartón de Talacasto blanco mezclado (Seguramente con la ayuda de un palito que se encontró por la calle) con Clight de Pomelo rosado en la mano, y que le es ofrecido a uno con la frase "Dale, tomate un traguito que esto pega como martillo neumático", un cigarrillo que consiguió de prestado colgando de la comisura de los labios, y unas pantuflas de osito en los pies. Obviamente en estado de ebriedad (Como seguramente lo confirmarán las fotos en algún momento), y siendo perseguido por su novia por todo el inmueble con un par de pantalones en la mano, generando intermitentes confrontaciones físicas las veces que ella intenta ponérselos a la fuerza y el se resiste al grito de “¡Ahijuna con la lobuna!” acompañando la frase con una carcajada estrepitosa.

Dejando de lado todo esto, debo aclarar que a pesar de ese inicio violento, la velada transcurrió de manera maravillosa. Sobre todo cuando pusimos el DVD de Doctor House, consiguiendo que Marcelo se quedara tranquilo/absorto mirando el televisor mientras masticaba un pedacito de pizza mordido que agarró del suelo.

Lamentablemente la reunión duró solo lo que el primer capítulo que pudimos ver de Doctor House. Cuando terminó, Marcelo nos echó a todos y le suplicó a su novia que vaya a la farmacia a comprarle todos los remedios que encontrase para alérgicos a la quinina. Y muchos psicofarmacos.

Nos fuimos luego de un caluroso abrazo grupal al grito de “¡Eh! ¡eh! ¡eh!”. Y, la verdad, sin tener en cuenta los pormenores, se podría decir que fue realmente una velada fantástica. Se habló de Robin Wood, Woody Allen, Dolina, Les Luthiers, Monty Python, un poco de política, etc.

Esperemos que se repita pronto. Y, para la próxima vez, ya sabré que tengo que llevar un pilotín o un paraguas, o algo que me sirva para cuando a Marce le da por hacer alguna de sus cómicas bromas pesadas, como la de la bombita de agua con pis y la de los ataques de lluvia de caca. Jajaja, ¡fue tan divertido!

Hasta la próxima reunión, entonces.