Un día Marcelo Lacanna abandonó a la buena de Dios a sus lectores, y en un arranque de rebeldía adolescente estos se confabularon formando una cofradía que honraría su memoria hasta su regreso. Cuenta la leyenda que volvería con cocos y cartas de Ricky Martin.
5 Comentarios:
Don Bruche, lo vi sin audio, pero sí, es triste.
Que le agarró por publicar esto?
No lo pude temrinar de ver... es demasiado pa' mi...
VOY A LLORAR.
Aunque no sé por quiénes debería hacerlo primero... por los ositos... o por los responsables y los hijos de puta que festejan que no tienen corazón.
Es interesante...
En todos lados que lo vi posteado, lo presentan como un video de humor.
¡Ay! ¡Que lindos los ositos! Jajaja ¡Mirá como saludan con la manito! Que alegres son, ¿no?. Ay, quiero uno ¡Quiero uno! ¡Gordi, comprame un osito, pero ya! Quiero uno como ese, el que saluda. O no, mejor el que canta. ¡Que chuchis que son! Al mío le voy a poner Wini Pú. O Balu.
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