¡¡Cómo no se me ocurrió a mi!!

¿Me van a decir que nunca lo pensaron?

Sigan leyendo para abajo, que otros sí lo pensaron.


A veces uno se la pasa boludeando y las ideas se le ocurren a otros, porque, díganme la verdad, ¿cuánto había que pensar para darse cuenta que ponerle el nombre "Duff" a cualquier cerveza de morondanga tenía que ser sí o sí un negoción?
Ya alguna vez lo habían intentado en Australia, a finales de los 90, un tal Lion Nathan salió a vender cervezas "Duff", pero al toque le cayó la 20th Century Fox con terrible demanda judicial, que lo dejó con el culo mirando al norte y unas cuantas botellitas para autosatisfacerse por un tiempo prolongado.
Parece que aprendiendo de la saludable lección de Lion, al que hoy en ciertos círculos llaman "la reina del lúpulo", un ingenioso mexicano de nombre Ricardo Contreras, antes que nada registró el nombre "Duff" en el mercado mexicano y comenzó a distribuir en Guadalajara, la cerveza de los Simpsons.
Arrancó con 200 cajas de 24 botellas que se vendieron como pan caliente -o como cerveza fría- y al poco tiempo estaba comercializándola en todo el gran país del norte, México.
Habría que estar atento a a ver qué cornos hace la 20th Century Fox, porque si se queda en el molde ya mismo empiezo a buscar inversor para la Patagonia y alrededores.

PD: Por otro lado, habrán visto que por las necesidades de posteo de la Zorrita hemos migrado a la nueva versión de este coso blogueril. Por ahora todo marcha bien y hasta tienen etiquetas para, pór ejemplo, ver todoas las Pasiones Murreras juntas si les viene en ganas.
Un tema aparte, cuando estuve etiquetando tooooodas las entradas de este coso (parece que no, pero escriben ustedes, marranos) me di cuenta de algunas cosas, al principio éramos mucho más lacannianos, ultimamente lo hemos dejado bastante de lado al pobre Marcelo; hace rato largo que nadie postea ni una mísera receta y por último, hace mil que no sé de Tequesta.