jueves, octubre 23, 2008

De ciencia ficción

lunes, octubre 20, 2008

Le entramos a la empanada de Cassandra y a la remolacha de Fender

Pibe, aflojale a lo que estás tomando. Fender de seguriiiiiito que pensaba eso.

A falta de Lacanna, buenos son los Paco, diría El Bruche. Soy un matorral, mierda.


Tratando de sacar una foto sorpresa y Naty cagándome la toma. Te chaché, Cass, te caché.

Las chancle'... las zapas a lunares de la María, las chatitas de Naty y mi pie de Cenicienta... cof cof...

CONTAME MÁAAAS, CONTAMEEEEEE. María chusmeándome cosas mucho muy interesantes y Cass gritándole a Fender que se baje de la repisa porque a nadie le interesa ver su show erósssstico.

Foto sacada sin mirar entre Naty y yo, qué toma de la san puta. Arte arte arte arte.

El otro día llené una así y no te pienso convidar. Está bien, Paco, al cabo que ni quería merendar.

Sí, chicos... me queda mal la blusa me parece. Basta de mirarme así.

Restos de la noche.

María haciendo y pensando quién sabe qué cosa y rodeada de objetos un tanto fálicos. Tengo miedo.

Cass diciéndole algo a Fender, Fender relacionándolo con murra y Paco pidiendo un faso de pasto mojado.

Claro, ella si no se ríe no se queda tranquila. Poneme una carucha de orto de vez en cuando, Naty.

Sí, aunque no lo creas la tengo así de ancha. Eso seguro es lo que Paco decía.

Ya sabemos que sos feliz, ya podes dejar de reírte, mujer.

Si te agarro te dejo en coma farmacológico, Paco. Seguro que eso es lo que pensaba María.

El matrimonio, dueño de casa, gourmet, etc etc etc.

¡¡¡E' una manteeeeca!!! Naty, te están violando, prestá atención che.

The empanadas árabes bai Cass. Mucho muy ricas.

Mojaditos... digo, mojitos.

Naty nos hizo poner cara de Familia Ingalls aunque yo lo veo más como Esperando la Carroza.

¡¡¡Asesinoooooos!!! Menos mal que lo de la empanada de Cass no era textual, sino qué dolor...

Etiquetas:

miércoles, octubre 08, 2008

Y a mi Dolina me dijo linda...

Estuvimos con Caro a la tarde: Marcelo, María y yo. Después de servirle de niñera del pequeño Bruche Jr. y de hablar de varias cosas que no vienen al caso (más por olvido de quien escribe que por interesantes), nos fuimos cada uno por su lado.


Bueno, bueno... María y yo al cine, por que los desocupados nos ocupamos de ir al cine y Lacanna para sa casa.


A los diez minutos de saludarlo, ding dong, suena mi teléfono. Oh! Lacanna llama: "Che, ¿Qué van a hacer ahora? Las invito a comer y después nos vamos a ver a Dolina"


Y dale, vamos.


El tipo es un caballero: creyendo que, por ejemplo yo, soy una dama ofreció su mano para que me sostuviera de ella para bajar del taxi. Mi torpeza hereditaria me obliga a fijarme en cosas tales como la altura del techo del taxi y la distancia al piso para no reventarme contra algo... no me di cuenta de la mano. Lo dejé pagando media hora ahí, en mitad de Corrientes, con toda su caballerosidad extendida.


Fuimos a Pippo. Yo comí ñoquis con tuco, él no me acuerdo y María no sé... todo muy rico, lindo vinito, lo volvimos loco hablando de blablabla, opinando de pepepepe y discutiendo de bibibibi y a lo de Dolina se ha dicho.


Fuimos los segundo en llegar, un despatarrado en la sala así lo indicó. Empezamos a rebotar por la sala esperando la hora de entrar cuando pasa Alejandro (a ésta altura un amigo más). Marcelo lo corre, atropellando a uno que lo intentaba frenar y se mandó derecho a la sala todavía vacía.


"Vamos, bajemos" o algo así dijo cuando volvió.


Alejandro, María, Natalia. Ellas son del grupo ese que te comenté la otra vez.


Ah, son las tías de Marcelo, ¿Lo cuidan bien?


Sisisisiintentamoscuidarlomuchoalejandro.


Ya quisiera yo tener unas tías así.


Aaaaaahquetiernoquedijo??? (no lo dije, lo pensé)



Y nos pusimos a hablar de fútbol -Dolina llegaba de jugar un partido y yo salté con un comentario ubicadísimo acerca del sudor ajeno en el ojo propio de él-, de cierto periodista que no viene al caso pero que anda nombrando mucho y poseé muchas sillas, de nosotras -"Ella es curandera de arte y muy buena en lo que hace" dijo Laca... un tierno. María dio cátedra de su materia, diciendo el nombre de no me acuerdo quien que los otros dos no se acordaban.-.


Y empezó el programa.


-Hoy nos visita Marcelo Lacanna con sus tías. Un aplauso para Marcelo Lacanna.- dijo Dolina.


Aplausos.


María pide un tema... y Dolina lo canta y dice...


No, peren... tengo una idea.


Escuchenlón con sus propios oídos por que fue de lo merjorcillo de la noche:

http://venganzasdelpasado.com.ar/2008/10/07/la-venganza-sera-terrible-2008-10-07/


Cuando nos íbamos, saluda a Lacanna, saluda a María y a mi me dice:


"CHAU, HERMOSA"

Y me lo re contra creí.


Muéranse de envidia... jaaaa


Naty

sábado, octubre 04, 2008

Lacanna no sólo tiene cráteres...

También tiene trolls...

Según la vilipendiada Wikipedia: "En la jerga de Internet, un troll (a veces trol) es un mensaje u otra forma de participación que busca intencionadamente molestar a los usuarios o lectores, creando controversia, provocar reacciones predecibles, especialmente por parte de usuarios novatos, con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los temas de las discusiones, o bien provocar flamewars, enfadando a sus participantes y enfrentándolos entre sí. El troll puede ser más o menos sofisticado, desde mensajes groseros, ofensivos o fuera de tema, a sutiles provocaciones o mentiras difíciles de detectar, con la intención en cualquier caso de confundir o provocar la reacción de los demás.
Aunque originalmente el término solo se refería a la práctica en sí y no a la persona, un desplazamiento metonímico posterior ha hecho que también se aplique a las personas que presuntamente incurren en ese tipo de prácticas. Su origen etimológico más probable evoca la idea de «morder el anzuelo» (troll es un tipo de pesca en inglés).

Después de estas palabras, acá esperamos a las Ugenitas, Lorenitas y demases.

Etiquetas:

miércoles, octubre 01, 2008

Carta a un amigo



Hoy el mar está tan ahí como cada mañana.
Aunque hoy sea su día.
Y está muy bien que así sea, porque si hay un día para festejar la primavera, otro para los animales, otro para la madre y el padre y hasta para el niño tenemos, era, como decía la tía Felicitas, justo y necesario un día para nuestro mar, ¿no les parece?
Porque nos acompaña cada día, con ese azul que nos hace añorar la felicidad de otros tiempos, o con ese verde que nos regala la esperanza de otras felicidades por venir, o con ese gris plomo que llama a la reflexión y a la meditación taciturna sobre nuestros más profundos pensamientos, o con ese celeste, que aunque nos cueste, siempre queremos retener. Una especie de camaleón que en vez de disfrazarse para esconderse detrás del horizonte, se viste de arco iris para permitirnos ver todas sus facetas y descubrir en cada una un nuevo racimo de oportunidades.
Hoy es el día del Mar y hay que festejarlo. Festejar su plataforma extensa y rica, festejar sus cuevas y sus rincones, festejar sus rumores y sus silencios. Festejar hasta sus olas, que por estas latitudes casi no se dejan ver, pero que se intuyen en cada pequeño reflujo.
Porque le tenemos que agradecer su vitalidad y su empuje.
Que un día no alcanza, pero es un comienzo.
Festejar el día del Mar como se festeja el día a la vida, para aprender a cuidarlo, para querer cuidarlo también. Para mirarlo, estudiarlo, aprehenderlo, cobijarlo, abrazarlo, escucharlo, sentirlo, amarlo… Para conocerlo, para entenderlo, para descubrirlo, para compartirlo, para conservarlo, para amarlo otra vez…
Un día me vine para estos pagos escapando de un monstruo pero también respondiendo el llamado que alguna vez sintió Jasón y que Ulises desoyó. Llegué mirando hacia este mar respondiendo al profundo rumor de sus rolidos y nunca más le di la espalda, como no se le da la espalda al amor verdadero.
El amor verdadero a nuestro mar, a esta eterna amistad.